La historia de la ganadería merina CampoSerena lleva vinculada a la familia Donoso desde que ésta se asentara en Campanario y Cabeza del Buey en el Siglo XV.
Llegaron procedentes de las tierras de Aragón y las llamadas montañas de Burgos, desde donde descendieron con el movimiento de la reconquista. Tras atravesar España entera, se asentaron definitivamente en dichas localidades.
Desde entonces, los Donoso vienen desarrollando la cría del merino, en los quintos de “Los cuadrejones/Barandillo” (Campanario) y “Los Naranjos” (Cabeza del Buey). Hasta los años 60 se practicó la trashumancia a las tierras altas de Soria, Zamora y León. Desde entonces, la explotación ha permanecido estante, pero en libertad y ecológica. Todo ello con el fin de adaptarse a los cambios económicos y sociales y poder continuar con la secular tradición familiar ganadera merina.
La Serena como elemento de selección genética
El merino que ha ido seleccionado la familia, es un merino de casta de La Serena. El ecotipo se enmarca dentro del merino autóctono español, adaptado a las exigencia y dureza que impone el medio y el clima de la comarca de la Serena. Esta tierra está caracterizada por ser una estepa inmensa de ricas gramíneas en invierno y pastizales pobres y escasos en verano. El periodo estival está condicionado por la escasez y estacionalidad de la pluviometría así como por la larga duración del mismo.
Este singular medio, unido a la selección genética y morfológica llevada a cabo por las generaciones de la familia, ha determinado la conformación de un merino resistente. Un merino facultado para aprovechar con eficiencia los escasos recursos naturales existentes y transformarlos en producciones cárnica, lechera y lanera de calidad excelente y exclusiva.
El merino de CampoSerena es un animal capaz de adaptarse a cualquier medio y satisfacer la demanda que le reclaman ganaderos y la sociedad. En definitiva, un animal dotado genéticamente con cualidades productivas exclusivas.